Quizás lo más temido, por parte del profesorado de educación física, es la posibilidad de que ocurra alguna lesión durante el desarrollo de nuestra clase de educación física. Es por ello que debemos de intentar minimizar todo aquello que suponga un riesgo para nuestros alumnos.
Deberíamos siempre reflexionar sobre las actividades que vamos a realizar en nuestras instalaciones y su adecuación para el número de alumnos que tenemos.
Además deberíamos establecer un protocolo de observación previo a cualquier clase que vayamos a impartir:
Deberíamos siempre reflexionar sobre las actividades que vamos a realizar en nuestras instalaciones y su adecuación para el número de alumnos que tenemos.
Además deberíamos establecer un protocolo de observación previo a cualquier clase que vayamos a impartir:
Observar el pavimento:
- ¿Baldosas o cemento?- En ambos casos comprobar zonas que resbalen o posibles baldas levantadas o zonas de cemento con boquetes.
- Observar las fuentes de agua cercanas, e intentar limitarlas con conos si estas se encuentran en la zona de actividad.
- Comprobar el estado de las porterías metálicas.
- Observar que las paredes cumplen el principio de pared lisa, es decir, 2,10 metros de altura libre de cualquier objeto.
- Mirar si existen cristales o piedras en la zona de actividad o zonas cercanas.
- ¿Baldosas o cemento?- En ambos casos comprobar zonas que resbalen o posibles baldas levantadas o zonas de cemento con boquetes.
- Observar las fuentes de agua cercanas, e intentar limitarlas con conos si estas se encuentran en la zona de actividad.
- Comprobar el estado de las porterías metálicas.
- Observar que las paredes cumplen el principio de pared lisa, es decir, 2,10 metros de altura libre de cualquier objeto.
- Mirar si existen cristales o piedras en la zona de actividad o zonas cercanas.
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